Dictadura del siglo XXI

“¡Españoles!” – gritaba el terrible dictador durante muchos años antes de comenzar cada uno de sus innumerables discursos llenos de mentiras y engaños, dirigidos a un pueblo atenazado por el miedo y la impotencia. “¡Españoles!” – repetía aquella voz atiplada. Y el pueblo después de una guerra devastadora, alzaba la mano para contentar al tirano.

No hubo rojos ni nacionales, hubo barbaries y horrores, creo, sinceramente, en ambos bandos. Una lucha cruel y sangrienta por la supervivencia en la que siempre pierden los mismos.

Muchos años después, otro gallego, con una voz de siseo (soy de madre gallega y de verdad lamento que estos personajes avergüencen esa querida tierra) vuelve a implantar el miedo y, como siempre, al pueblo más desprotegido y castigado: el pueblo trabajador.

Menos de un año lleva de gobierno, mayoría absoluta ¡qué locura! Es demencial. Cierran toda clase de empresas y día sí día también, contemplamos manifestaciones en todas las ciudades españolas porque están o esperan estar en el paro. En ningún sector hay trabajo y los pocos que lo tienen son explotados y amenazados constantemente por ser reemplazados, siéndolo de hecho con frecuencia, cada dos o tres meses.

 El presidente dice “quiero incentivar así que busquen trabajo”, ¿este señor sabe lo que dice? Señor Rajoy, ¡no hay trabajo! Ustedes están aniquilando un pueblo, SU PUEBLO.

Mineros, médicos, obreros, jóvenes, menos jóvenes, ejecutivos, albañiles, empleados de ayuntamiento, camareros, cocineros, administrativos y un interminable etcétera, se manifiestan diariamente. Una negra sombra se extiende sobre España.

Todas las comunidades comparten recortes, recortes y más recortes: de sanidad, de paro, de educación, de los sueldos de los pocos que tienen trabajo fijo. ¡Y encima sube el IVA!

¿Y los bancos? ¿y los grandes capitales?

¿y los puestos de los privilegiados? Esos no. Esos se mantienen y ni se mencionan.

Padres de familia desesperados, jóvenes sin futuro, niños y adolescentes con pocos recursos de poder tener mañana unos estudios y una cultura que, eso sí, no es muy conveniente en su forma de gobernar. El estar preparados para ser ciudadanos con ideas e ideales propios constituiría un obstáculo para su maltrecha tiranía. Cuantos más ignorantes mejor, cuanto más miedo respiren, más vulnerables serán.

Será usted, señor Rajoy y quizás también ZP, recordados un día por su forma de gobernar. Usted además por el cinismo de sus palabras y crueldad.

Españoles hoy, mañana y siempre, pero con libertad, no libertinaje. Con respeto, no miedo. Con derechos, no avasallados. Con dignidad, no atemorizados. Con trabajo, no esclavizados.

Volverá a resurgir el pueblo soberano y sobre usted caerá la losa que un día cayó sobre su anterior paisano el General Franco. Por él murieron muchos, pero usted, sin guerra y sin armas nos lleva a la destrucción.

En mi gran ignorancia espero que algo pueda evitar que España vuelva a dividirse y no consigan usted y toda la camarilla que le apoya, su objetivo. Espero no llegar a ese holocausto que nos empieza a ahogar.